Lo que debo ser es lo que soy.
Ni más ni menos,
solo un humano.
Lo que quiero ser
es lo que no soy.
Ni más ni menos,
un mosaico.
Lo que sueño ser
es lo que me dicen que sea,
tan solo
un gorrión.
Lo que pensabas que yo era,
era mi título,
cuando lo tenía.
Un ingeniero.
Mi voz se paralizó en el espacio de las palabras
y proyectó la imagen de un día de sol tibio y acogedor.
Pero hoy mi voz que llena de colores y formas tus ideas,
quiere seducir con un canto el azulejo de tu rostro humano.
Mi vida de ingeniero
parece un sueño que canta tus deseos.
Lo que quieres de mí lo dibujas con una bandera,
lo sellas con un escudo,
lo limitas con fronteras,
con idiomas, con voces de lucha, de armas y de guerras.
Empañas mi rostro con nombres de naciones.
Me otorgas procedencias de lugares desconocidos todavía para mí.
Haces figuras grandiosas
que limitan mi cercanía,
que me aleja de tus ojos
y que nos asfixian para alcanzar la vida.
Quieres que construya tu mundo.
Lo haré bajo el paradigma de tu verdad.
Escucho tu corazón latir
y él no deja de hacerlo.
Siento tu respiración
y ella es continua.
Hay una verdad en ese latido y en esa respiración.
Un valor que pesa como el oro,
brilla como el sol
y anida un tesoro.
Una verdad que le da el peso exacto a tu alma.
El peso de una pluma,
la verdad perfecta para construir tu mundo.
Esa es la verdad de tu amabilidad.
Agatha Ben Gregory, "Solo un humano" Copyright © 2023 Agatha Ben Gregory. Reimpresión con autorización de Agatha Ben Gregory.
POESÍA AGATHA BEN GREGORY