Ser un muerto
es no poder escapar del cementerio
y estar condenado a las oraciones.
Sucumbe el miedo
se teme por la vida que se fue y por la que tal vez vendrá.
Te sientes solo.
Recoges tus pasos, los filtras, los eliges.
Visitas las casas de tus amigos
para avisar que te vas.
Agonizas en el umbral para entrar y para salir,
pero ahora ya no hay umbral.
Ya no hay vientre que te reciba
ni cordón umbilical que te alimente.
Ya estás muerto.
Ser un muerto es la condición para estar enterrado
y abandonado en un cementerio hasta pudrirse.
Es la distancia más lejana de la que puedo estar
de tus abrazos.
Es un entierro a paso lento
con la ruta fija de la funeraria a la iglesia,
y de la iglesia
a esa esquina donde nos pusimos tantas citas para ir a cenar,
a pasear y a darnos un beso.
Ser un muerto es estar tieso
sin poder decir nada,
expuesto a que te miren con oscuros pensamientos
que solo un muerto puede escuchar.
¿Eso querías?
Te pregunto con mi rostro endurecido
pero no me escuchas, ni percibes mis lejanos pensamientos.
Y no me escapo del miedo que produce mi nueva condición,
ni de la soledad que reina en nuestra casa,
ni de la impotencia por no ser escuchado.
No quiero ser el muerto en esa tumba,
en ese ataúd,
en esa procesión,
con esas oraciones,
sin esos abrazos,
con tanta soledad
y con tanto llanto.
Quisiera nunca haber sido algo
para luego no serlo.
Quisiera no haber nacido.
Quisiera no haberte conocido.
Quisiera no quedarme sin ti y todo lo que no he vivido.
ESTE POEMA APARECE EN
Agatha Ben Gregory, "Quisiera no quedarme sin ti" de la Antología Radical 3: Recull Magnétic de Poetes. Copyright © 2024 Promarex Edicions. Barcelona. Copyright ©2023 Agatha Ben Gregory. Reimpresión con autorización de Agatha Ben Gregory.
POESÍA AGATHA BEN GREGORY