Hay un torniquete en su garganta
para limitar la pérdida de sus palabras.
Hay un brazalete de presión en su pierna
para detener el desbordamiento de su amor.
Él la miraba apacible desde la barda en el patio de su casa.
Sus pies apenas tocaban el suelo,
casi levitaban sobre las destartaladas escaleras.
Ella lo sabía, y sentada en la bella silla de mimbre
dejaba que sus manos acariciar con despropósito
sus tobillos, piernas,
cintura,
pechos desnudos
y su rostro.
En el agua tibia asomaban las flores de manzanilla.
Ella permitía que fluyeran sobre su piel,
lentamente.
Era su ritual, y él la acompañaba.
Ella lo sabía, y sentada en la bella silla de mimbre,
lo miró, estiró sus brazos y lo invitó.
Él dio un paso y se derrumbó por la escalera.
Sus deseos exhalaron excitación
y cayó al suelo desbordado de amor.
La máscara de oxígeno fue la escafandra
que lo sumergió en sus sueños submarinos para encontrarla.
Ella lo sabía, y sentada en la bella silla, lloró amargamente.
Hay un torniquete en su garganta
para limitar la pérdida de sus palabras.
ESTE POEMA SE PRESENTÓ POR PRIMERA VEZ EN EL V ENCUENTRO NACIONAL DE ESCRITORES 2022 "POESÍA PARA LA PAZ" DE SOGAMOSO, LIDERADO POR LA FUNDACIÓN CONTEXTO CULTURAL.
Agatha Ben Gregory, "La bella silla de mimbre". Copyright © 2022 Agatha Ben Gregory. Reimpresión con autorización de Agatha Ben Gregory.
POESÍA AGATHA BEN GREGORY